Introducción
En un mundo donde se nos repite constantemente que el esfuerzo es la clave del éxito, a menudo olvidamos que hay más en juego. La fórmula simplista de “trabaja duro y tendrás éxito” no siempre se traduce en resultados proporcionales. Mi experiencia personal me lleva a cuestionar este enfoque y a explorar una perspectiva diferente.
El Dilema del Esfuerzo
Cuando era niña, me sumergía en mis estudios con dedicación. Horas de lectura, ejercicios y repaso no siempre se traducían en los logros que esperaba. Incluso después de graduarme de la escuela, enfrenté dudas sobre mis capacidades. La tutora sugirió que no era apta para una carrera universitaria y que debería optar por algo más sencillo. Pero mis padres, afortunadamente, no se rindieron.
La Motivación como Motor
Descubrí que el esfuerzo no era suficiente. Lo que realmente marcó la diferencia fue la motivación. Cuando encontré un propósito más allá del trabajo arduo, todo cambió. No se trataba solo de sudor y lágrimas; se trataba de elegir un camino que me inspirara. La motivación me impulsó a seguir adelante, incluso cuando las dificultades parecían insuperables.
Construyendo Nuestra Realidad
La motivación nos convierte en arquitectos de nuestra propia realidad. No es solo un medio para un fin, sino una fuerza que da significado a cada paso que damos. Ya sea en el presente o en el futuro, la motivación nos conecta con nuestro propósito y nos mantiene arraigados en el momento presente.
El Papel de los Adultos
Tuve la suerte de contar con adultos que no solo me presionaron a esforzarme, sino que también me motivaron. En lugar de imponer, ellos infundieron sentido a mis acciones. Aprendí que no se trata solo de trabajar duro, sino de encontrar significado en lo que hacemos y mantenernos conectados con nosotros mismos.
Conclusión
Así que, la próxima vez que escuches el mantra del esfuerzo, recuerda que la motivación es igualmente crucial. No te desconectes de tus sueños y no te limites a sudar y luchar. Encuentra tu propósito y construye tu realidad con pasión y determinación.
Decidme sino ¿de qué sirve introducir contenidos para luego vomitarlos en un examen y que además, por si fuera poco días o meses más tarde los hayas olvidado?; ¿o dejarse la salud en ello?
No es lo que yo quiero transmitir ni como persona ni a mis hijos, quiero que se dediquen desde el sentido, no que se esfuercen desde el sufrimiento.
Gracias a quienes lo habéis hecho posible en mí.🌟
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