Buenos días, buenas tardes o buenas noches ; según te pille.
Estoy delante de un papel dispuesta a escribir mis primeras letras para la web de Espacio Izari. Si, un papel en blanco que luego quedará transformado en letras en formato digital. Aún me siento más cómoda cogiendo mi boli bic y mi folio.
Siento una gran responsabilidad y una gran emoción.
Responsabilidad por mi compromiso conmigo misma y el mundo por ayudar a que el tránsito por él sea algo con sentido y algo pleno.
Emoción porque Izari es mi casa y en mi casa puedo hacer lo que yo quiera, expresarme como necesito. Esto me tranquiliza y me da seguridad y a la vez me llena de satisfacción pensar que participo en que las demás personas también puedan llegar a hacerlo.
Siento también algún fantasma que me habla de miedo.
Miedo por no ser adecuada, por no acertar… ; y lo que he decidido es que sabiendo que están ahí esos mensajes, opto por no hacerles caso.
Pensando en mi recorrido, he tenido y montado otros proyectos en otras épocas de mi vida y aprendí mucho en cada uno de ellos. Al mismo tiempo que a través de mi propia historia y vivencias, en muchas ocasiones maravillosas y en otras muy duras y dolorosas, hacen posible que Izari haya sucedido y que gracias a esa andadura, sea lo que hoy es. Con Espacio Izari he encontrado un sitio desde donde impulsarme para salir al mundo y participar con él y de él, y hacer sentir como en casa a quienes así lo quieran y acompañarles en sus procesos.
Quiero agradecer infinito a los que ya no estáis aquí, sino en algún lugar de otra forma, todo lo que me habéis transmitido, y lo que gracias a vosotros soy hoy, mis principios y valores y mi amor por la vida. Ya sabéis quiénes sois. Gracias por acompañarme allí donde estéis.
Y quiero agradecer también a quienes estáis aquí todo el apoyo y entusiasmo que me transmitís y vuestro creer en mí, en especial a mis hermanos Salva, tu presencia es alimento para mi alma y Silvia, gracias a tu mirada he podido enfocarme mejor; ya que habéis puesto las vías para que pase mi tren, y en los momentos más duros siempre encuentro vuestra mano tendida. Y a mi hermana Marta por tu disposiciòn para lo que haga falta y buscar siempre un momento para el encuentro.
Gracias a mis hijos Darío, Izar y Aritz porque con vosotros he tenido y tengo la oportunidad de experimentar uno de los retos más grandes, el de la maternidad, y así poder conocerme mucho más profundamente y construir también desde ahí, aprendiendo a dar y recibir desde el cariño más profundo.
Le doy las gracias a mi pareja Jon por ponerme las trabas suficientes que me han ayudado a ser más fuerte y creer más en mí y a saber diferenciar quién es el otro y quién uno mismo y el respeto por uno mismo. Gracias por aguantarme el tirón.
Agradezco a mis amigos y amigas por vuestro sostén y por vuestro ánimo y por seguirme allí donde yo quería ir.
Son sueños cumplidos. Espero que de la mano de Espacio Izari puedas conseguir tú también los tuyos.
Adelante, esta es tu casa.